Estoy sentada, decidida a escribir esta historia mientras escribo estas palabras mi sobrina devora galletas y mi hermana cocina algo que leva berenjenas y el olor sucumbe mi nariz.
Todo era normal, todo era esplendidamente cáotico pero de una manera bella que yo no siquiera la notaba, una notable rebelde en contra hasta de ella misma, rodeada de amigas que ni siquiera eran amigas, basada en lo material, rodeada de cliches de la vida misma. Se diría que era profundamente infeliz pero todavía no era notable, escondida en relaciones enfermas y sin compromisos, una asexuada en potencia pero negandolo teniendo múltiples relaciones negada a que el sexo sea solo eso, flaca, empastillada, pero en un intento de ser algo que no es. En fin, el amor no era y el amor no será.
